sábado, 25 de abril de 2009

EN BUSCA DE LA FELICIDAD...



Hace poco me propuso una compañera que escribiera un entrada sobre cómo sería mi mundo perfecto.Y puestos a imaginar y, sin saber exactamente si referirme al Mundo Ideal, sin hambre y sin guerra al que se refieren las misses antes de ser elegidas o al que canta Aladín, me centraré en el mio propio, en mi mundo en minúsculas.
Si pudiera imaginar un mundo perfecto ¿cúal sería?
Si a todos nos dieran una varita mágica para dar forma a los sueños ¿que crearíais?
Al pensar en mi mundo ideal la imaginación se traslada inevitablemente hacia la idea de la felicidad. Un mundo perfecto sería un mundo feliz o viceversa ¿no es así?
Pues bien, el primer pensamiento que me llega al plantearme “mi universo utópico” esta relacionado con lo material. Todos queremos una casa a la orilla del mar, un Ferrari en la puerta, un barco en el puerto, un sinfín de paises recorridos, ser ricos o tener una cuenta corriente con los suficientes ceros como para no tener que preocuparnos del dinero...¿Pero acaso es eso la felicidad? Sospecho que hay personas muy infelices teniendo mucho más que eso.
Y no es que pretenda hacer ahora un ensayo sobre la felicidad pero supongo que es algo más subjetivo que objetivo, un estado de ánimo, una actitud ante la vida o algo parecido. Pero ¿no sería más apropiado hablar de “estar feliz” que de “ser feliz”?. Aunque no le falta razón a alguien como Woddy Allen cuando dice:
“El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que se necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia”
La felicidad absoluta se sabe que es quimérica. Nadie puede tener una vida perfecta en un mundo imperfecto, a pesar de que algún anuncio se empeñe en demostrar lo contrario. Basta salir de uno mismo para llegar a la conclusión de que es imposible ser completamente feliz a no ser que te tapes los ojos y los oidos para no ver ni oir el mundo (ahora en mayúsculas) que nos rodea. Además, en un plano individual, debe ser bastante aburrido ser absolutamente feliz; no tener de que quejarte y no poder ponerte metas a alcanzar porque la felicidad total supongo que consiste en eso, en tener todos los sueños cumplidos. Lo que si tengo claro es que si me dieran la varita magica de la que hablaba antes no cumpliría de un golpe todos mis sueños. Siempre me guardaría alguno para realizarlo después porque sin sueños, sin ilusiones, no se puede vivir.
Tendremos que conformarnos con la felicidad pasajera e inestable. La felicidad relativa frente a la absoluta. La relación entre ambas es parecida a la que tiene lugar entre las eximentes de anomalía o alteración psíquica y el trastorno mental transitorio: ambos tienen la misma intensidad pero les distingue la permanencia.
Dice una canción “la felicidad son momentos de descuido, tres momentos arrancados al olvido, un instante que saluda y ya se ha ido”. Y esos momentos de descuidos como brisas que te acarician la cara se encuentran en cualquier lugar: entre amigos mientras tomas unas cervezas, viajando o sin viajar, en una mansión o en una casa de madera. Incluso al salir del preparador después de haber cantado en condiciones. Es una felicidad que se manifiesta de dentro afuera...como la accesión discreta ¿no?
Por eso mi mundo perfecto sería aquel que me permitiera vivir una vida saludable, con más días claros que nublados, sin prisas ni demasiados ruidos; aquel en el que pudiera ir consiguiendo los objetivos que me propusiera. Un mundo en el que esa brisa feliz empujase las nubes de los días atormentados.

domingo, 19 de abril de 2009

ME SUBO AL TRANVÍA


Alguien dijo que las buenas ideas son como los trenes, que llegan siempre con retraso. Y hoy se me ocurrió la idea de dejarme de tonterías y de tomarme este año esto tan en serio que no va a caber el mínimo remordimiento por no haber hecho lo que debía.
Cuando se lleva unos años en la oposición se corre el riesgo de acostumbrarse a este modus vivendi. Es muy fácil caer en la desidia y la desgana cuando ves pasar el mundo desde la barrera y te resignas a pensar que lo que el resto de la gente está consiguiendo para tí queda por ahora bastante lejos porque todavía no ha llegado la oportunidad de bajar al albero.
Y es en ese momento cuando reaccionas con todas tus ganas contra esta situación o te dejas vencer. Y ya no importa cuantos disparos hayas fallado si te conciencias de que vas a acertar en el siguiente. Porque se puede conseguir, porque es el único pasaporte para cambiar de vida, porque vale ya de lamerse la herida, porque uno ya no está para compadecerse...
Por eso y porque me he propuesto evitar caer y espantar cualquier tipo de pensamiento negativo que me impida seguir adelante. Dejar de inventar excusas y pretextos y colocar la plaza en el primer lugar de mis prioridades.
Dice una canción de Sabina:


“Vivo en el número siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía”

Este año no voy a ver partir más trenes desde la estación. Este año no voy a regresar silbando mi melodía. Este año me subo al tranvia.

lunes, 13 de abril de 2009

EL OPOSITOR: UN ANIMAL DE COSTUMBRES


Ya se sabe que el hombre es un animal de costumbres y el opositor no podía ser menos. Bueno, en nuestro caso de ley, costumbres y principios generales del derecho. De hecho es más maniático que cualquier otra persona “normal”. Y cuando digo normal me refiero a cualquier otro opositor que no haya conseguido creer que los carperis son una prolongación de sus brazos.
Y no es que sufra un transtorno obsesivo de la personalidad al modo de Jack Nicholson en Mejor Imposible( ...o tal sí), pero sí creo que tengo mi lista de manías o “tics opositoriles” que voy engrosando a lo largo de la oposición.
Aprovechando que no me veis voy a contar algunas de mis manías confesables:
  • Siempre desayuno lo mismo...café. Solo café.
  • Tengo la manía de poner el despertador muy temprano sabiendo que no me voy a levantar a esa hora ni con una grua porque lo mio es trasnochar. Madrugar sencillamente no puedo.
  • Mi habitación es mi santuario, nadie puede tocar nada si no es bajo mi exclusiva autorización. Si quieres pedirme un bolígrafo...hecha la instancia a la entrada de la habitación.
  • Aunque por alguna extraña razón de mi escritorio desaparecen lapices y rotuladores, tengo la manía de tenerlos ordenados no por colores como sería mas o menos lógico, sino por el grosor de la punta. Bolígrafos de punta fina en un lapicero y los de punta mas gorda en otro. Como todo el mundo sabe hay anotaciones que solo se pueden hacer con bolígrafos de punta fina.
  • Cada materia tienen unos colores que le pertenecen y como no los tenga soy capaz de estudiarme un tema sin haber subyarado una palabra.
  • Me molesta el silencio absoluto. Aunque sé que es un error no puede estudiar si no oigo de fondo el sonido una cancion o el ruido de un televisor.
  • Me pone especialmente nervioso los temas con post-it, con tachones o con fotocopias pegadas sustituyendo algún artículo derogado.
  • No puedo estudiar en bibliotecas porque termino odiando a todos los que me rodean en mi mesa, especialmente niños pequeños que no paren de hablar.

En fin, podría escribir muchas más pero como entre mis manías también está la de observar las manías de otros...a ver que contáis vosotros.

sábado, 11 de abril de 2009

preparados para todo!!

en fin que debia una post a esta magnífica convocatoria que se nos presenta, asi que saldo la deuda y os/me animo a continuar!!

¡¡nueva convocatoria!!

tras la muerte no hay otra que el limbo el infierno el cielo o la resurrección, elegir no se elige, existe una cierta predisposición a ella según haya sido tu comportamiento en esta nuestra ardua vida,

pero... hay una leve diferencia, ahora aun no he muerto, así que si tuviera que elegir un camino no podría elegir y principalmente porque desconozco las ventajas y desventajas que aquellos paraísos no-terrenales, y es una elección para la eternidad así que mejor la postergo como casi todas las grandes elecciones de mi vida que van mas allá de elegir ¿qué me pongo esta noche?.

lo que quiero decir es que hay que tomar parte en este año, hay que ir preparado y prepararse, somos muchos los llamados y pocos los finalmente elegidos, somos muchos los que invertiremos nuestros días horas y sueños y pocos los que iremos a Madrid o Barcelona a despertar cada mañana diciendo SI, ya vivo mi vida no sueño con vivirla... quizás por eso, pienso que este año y esta batalla debe uno ir preparado, una navaja es poco,... mejor llevar un multiusos, pero ¡¡qué a nadie se le ocurra pasar con esto por el arco de seguridad!! Sino no llega a su destino ni con Mcguiver de compañero de viaje

a por ellos compañeros!!

jueves, 9 de abril de 2009

SALTEANDO CAMINOS PERDIDOS



Hoy me dio por pensar que hubiera pasado de no haber elegido este camino. De no haber empezado siquiera la carrera de Derecho. Probablemente hubiera estudiado Medicina o Periodismo. Medicina porque se me ocurrió un día ser psiquiatra y periodismo simplemente porque otro día me entusiasmó la idea de poder ser enviado especial de guerra o dedicarme a escribir algún libro.

Luego esas y otras vocaciones efímeras las fui abandonando progresivamente: la primera por aquello de la sangre y porque para locos bastante tengo conmigo mismo y la segunda porque te das cuenta de que casi nada relacionado con la guerra puede merecer la pena. Y aunque no descarte la idea de escribir, esas carreras y otros pellizcos a la conciencia que en algún momento provocaron el convencimiento absoluto pero fugaz de una vocación que se presentaba con claridad meridiana se fueron esfumando en el tiempo.

Finalmente me decidí por Derecho por muchas razones. Decisión de la que no me arrepiento y que marcó inevitablemente otras muchas cosas. Caminos que se bifurcan en otros caminos infinitamente hasta llegar, un poco por todo, un poco por nada, a atreverme a empezar esta oposición. La idea de ser juez fue en un principio lo suficientemente atractiva y pudo nublar cualquier vocación más o menos irreal. Con el tiempo he descubierto, a mi pesar, que no soy de los opositores vocacionales. Podría decirse que no siento una necesidad imperiosa de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado aunque lo compensa el hecho de que sí me sentiría bien ejerciendo de fiscal. Todo lo relacionado con la investigación criminal y el derecho penal me llama la atención. (“Fiscal Chase” ha hecho mucho daño)
No trato de idealizar un futuro perfecto y mejor de haber elegido otro rumbo. Simplemente me sorprende como una decisión puede determinar el resto de nuestra vida...una palabra incluso. Puede que seamos el resultado de lo que no se hace, de los caminos que cerramos con una cadena en desuso y un candado de doble cierre. Al final nos termina marcando lo que no somos. Y no porque anhelemos lo que no somos sino porque somos la consecuencia de una elección de la que forma parte su revés, la no-elección.
Y que conste que no hablo desde el arrepentimiento o la frustación porque probablemente si se volviera a jugar la partida volvería a enseñar las mismas cartas. Solo que hoy me dio por pensar...

jueves, 2 de abril de 2009

no hacer nada por miedo a equivocarse... es ya un error.


error --> conocimiento equivocado de la realidad,.. pero

¿qué pasa cuando razonamos hasta el último atisbo de nuestras actuaciones?

¿cuando no damos pie a las corazonadas?

¿cuando no arriesgamos a ver que podría pasar?

¿cuando sólo nos atrevemos a tener locuras razonadas?


antes tenía claro que prefería arrepentirme de lo que hiciera que de no hacer nada, una parte de mi es así, algo loca, mas bien emocionalmente activa, si algo me gusta si me siento cómoda, me dejo llevar y cierro la puerta a mi conciencia y pongo en off los oídos para no escuchar a pepitos grillos varios que me dicen... te vas a estampar de bruces con la realidad... decido, actúo y asumo,.. pero esto cada vez lo hago menos y de menos a nada hay sólo un paso.


rescindir factores externos a la oposición que puedan llevarme a alargar por causas ajenas a mi esta amargante situación de estudiante de bachillerato a los veintilargos, eso sí, al menos sin acné, pero ya con gafas y con ciertas arrugas al gesticular demasiado que me río yo de los que fruncen el ceño con toda ligereza,....es mi tarea ahora,.. y si tengo que poner un NO a las locuras hasta los 30 (cosa que ahora que la pienso me cuesta hasta asimilarlo) pues tendré que hacerlo,..


no se trata de convertirme en una monja de clausura que en vez de rosario en mano lleve el código civil, pero sí que me veo cada vez mas como un robot, esta oposicion te impide tantas cosas, hay facetas de mi vida que carecen de existencia, no por el miedo a errar, sino por lo que pueda costarme volver a recuperar la estabilidad, lo que tarde en levantarme. tomar medidas preventivas apriori, puede que sea a veces un error, para evitar errores mayores, pero si lo pienso, ahora no existe opción.


P.D. en realidad creo que irregular es la palabra que mejor me define muy a mi pesar