archienemigos

Todos nos enfadamos con alguien en el colegio, en el instituto, en la universidad o en el día a día, y si no todos, si al menos yo, no en todos los ámbitos, pero sí que tuve algún encontronazo “no querido” que me llevo a pensar, o casi de cajón saqué que se había roto la amistad con alguien.

Al principio te ocupas y preocupas de decir a todo el que te pregunte

-“oye! Con lo amig@ que eras de X o Y ¿Por qué ya no os habláis?

Y expones tus razones que con el hecho de repetirlo a todos pues, ya te sale de carácter mecánico, es más después de esforzarte porque todo sea un mero berrinche si al otro se le antoja dejarte de hablar de por vida, ya hasta te crees tus razones como sentencias y las expones de carácter contundente y dolido, que os condenáis a la indiferencia eterna.

Pero el tiempo pasa, y resulta que con el discurrir de los días, resulta hasta difícil saber qué hiciste la semana pasada, como para recordarte porqué no hablabas con X o Y en el instituto, universidad o en el parque del barrio, y te resulta una chiquillada, pero vuelves a verl@ y te vuelve la cara, un saludo, no compromete a nada, pero sabes que no lo va a hacer, y bueno…

En fin, quiero pensar que las cosas pasan y pasan por algo, que siempre vamos a mejor.

Luego en cambio vas por la calle, de las pocas veces que puedes disfrutar de una caminata a algún sitio con los auriculares puestos y ves a alguien de lejos que te resulta conocido, quizás de la facultad o del colegio y te pilla el semáforo, ella o él enfrente y te dices, ¿lo saludo o no? Para mí, que era de la facultad, cambia el semáforo y no hay tiempo para titubeos saludo o no… 3, 2, 1.. ¡hola! Y el otr@ dice ¡hola! Y sigues tu camino y sonríes, sabes que…
¡compensado!

Hoy puede ser un gran día, pues que nadie lo estropee..

P.D. sucede también que sin saber cómo ni cuándo algo te eriza la piel y te rescata del naufragio. http://www.youtube.com/watch?v=gdZCQPNfEIo&feature=related