lunes, 2 de marzo de 2009

LA MIRADA DEL OTRO

Hoy voy a intentar explicar cómo nos ven los demás a los osados que decidimos comenzar esta aventura. Sería imposible describir todas las anécdotas pero sí intentaré destacar alguna de ellas.
En un principio todos son halagos: “Tú puedes” .“Esto te lo sacas en nada. Tú? en nada”.“Yo tenía una amiga de una amiga de una prima que se lo sacó en dos años”. Flaco favor hacen a los demás opositores aquellos que aprobarón en dos años y son tomados como prisma con el que valorar nuestra trayectoria. Conforme pasa el tiempo la euforia ajena disminuye de forma inversamente proporcional al tiempo que lleves estudiando. La idea de que aprobarías a las primeras de cambio parece diluirse progresivamente.
Pero lo que no cae en desuso es la forma de presentarte a los demas mortales. Tu nombre parece haberse borrado y sustituido por el de “el futuro juez”. “Miradlo bien, porque ese que va ahí algún día será juez”. Da lo mismo que hayas dicho a tus amigos por activa y por pasiva que igual elegirías fiscal. Eso no les importa demasiado. Tu seguirás siendo el futuro juez. Y punto. Y lo mismo da que te presentan así a las 4 de la tarde o a las 4 de la mañana con una música house de fondo de algún garito del centro. Eso tampoco parece importarles.
Luego está la típica vecina ignorante que escuchó alguna vez que opositabas a judicaturas y que cuando entras en el portal rezas para no encontrarla. Mala suerte, ahí está otra vez. Con lo poco que salgo y lo mucho que me la encuentro. Antes de desearnos unos buenos días como Dios manda ahí está la pregunta mamporrera: “¿Bueno tu eres juez ya o no? eh? eh? Eh?¡” te pregunta inquisitivamente. Vaya, comenzo el interrogatorio y todavía no me ha leido mis derechos. Entonces no sabes si responderle amablemente o hacerle una llave de judo para que aprenda que hay preguntas que no necesitan ser respondidas. Siempre me he quedado con las ganas de responderle con otra pregunta. “¿Señora, realmente a usted le importa algo? porque a mí lo que usted haga tampoco me quita el sueño”. Pero ese tipo de crueldades quedan todavía en la fase interna del iter criminis, aunque sin descartar que algún día se conviertan en acto ejecutivo.
Tampoco hay que olvidar lo que podríamos llamar “El aprobado vitalicio”. La creencia popular de que si has aprobado una vez un examen este aprobado se mantendrá indestructiblemente durante el resto de tu vida. “¿Pero eso no lo aprobaste el año pasado?”comentan algunos.“Tu prepárate bien el último que con este no vas a tener ningún problema” sentencian otros a modo de videntes. Lo que no sabe ellos es que en esta oposición, el factor X, eso que no se puede dominar y que condensa el poder de anular nuestros conocimientos, juega un papel esencial.
En fin, podría estar escribiendo historias durante varios artículos y todavía me quedarían cosas que decir. Parafraseando a Jesucristo terminaría diciendo:
...“Padre, perdonalos porque no saben lo que hacen”...

3 cañonazos:

Mery dijo...

Bienvenido al mundo blogger, Corpus! A Animus ya tengo el gusto de conocerla por el otro blog;)
Es curioso lo de las vecinas cotorras, a todos nos pasa lo mismo, yo también lo comenté en una entrada de mi blog... si es que al final la opo tiene lo que tiene, que coincidimos en muchas vivencias!

Faria dijo...

Hola Corpus, un placer encontrarte por la blogoesfera... A Animus ya la había leído pero a ti aún no, y estoy totalmente de acuerdo con lo que dices de que los que aprueban en uno o dos años nos hacen parecer retrasados a los demás, pero en fin, las estadísticas de edad de la Escuela son las que son, así que la mayoría resultamos ser de los normalitos, al fin y al cabo, jejeje.
Un placer leerte. Nos vemos. :)

Jaspe dijo...

Qué buena entrada! real como la vida misma. Encantada de seguiros!

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