martes, 19 de enero de 2010

ME VOLVERÉ DE HIERRO PARA ENDURECER MI PIEL


Cuando pierda todas las partidas
cuando duerma con la soledad
cuando se me cierren las salidas
y la noche no me deje en paz.

Cuando tenga miedo del silencio
cuando cueste mantenerse en pie
cuando se rebelen los recuerdos
y me pongan contra la pared.

Resistiré para seguir viviendo
me volveré de hierro
para endurecer la piel
y aunque los vientos de la vida soplen fuerte
como el junco que se dobla
pero siempre sigue en pie.

Resistiré para seguir viviendo
soportaré
los golpes y jamás me rendiré
y aunque los sueños se me rompan en pedazos
resistiré, resistiré.

Cuando el mundo pierda toda magia
cuando mi enemigo sea yo
cuando me apuñale la nostalgia
y no reconozca ni mi voz.

Cuando me amenace la locura
cuando en mi moneda salga cruz
cuando el diablo pase la factura
o si alguna vez me faltas tú.

Resistiré para seguir viviendo
me volveré de hierro
para endurecer la piel
y aunque los vientos de la vida soplen fuerte
como el junco que se dobla
pero siempre sigue en pie.

Resistiré para seguir viviendo
soportaré
los golpes y jamás me rendiré
y aunque los sueños se me rompan en pedazos
resistiré, resistiré.
(Carlos Toro, Manuel de la Calva)


Siempre me gustó la letra de esta canción...
ÁNIMO, estéis en el punto en el que estéis del camino. Siempre habrá un momento en que el viento comience a soplar a favor.

domingo, 10 de enero de 2010

Deseos II



Cuando leí la entrada anterior (DESEOS, de Corpus) , se me quedó rondando en la cabeza la palabra "deseo" y tb "planes" "propósitos" ... y no paro de pensar.

Cuando empezamos un año, cuando empezamos proyectos, siempre van unidos a unos sueños, deseos, llamemoslos "estímulos" que nos hacen pensar que todo sacrificio merece la pena o merecerá algún día, y no paro de asimilar los deseos a unas pequeñas dosis de "droga" (entrecomillado eh!),

Me explico, cuando algo te duele supongamos la cabeza, acudimos disparados al cajón de los analgésicos, cuando esta oposición se hace cuesta arriba, nos drogamos con los sueños, con los deseos, con los "ya toca", no, no quita el dolor ni el sacrificio que supone,... pero escuece menos,... o eso pienso yo.


y debo decir que me declaro enganchada a esta droga, quizás porque me resulta cada día un suplicio no recompensado aún.

tengo adicción para no sentir dolor, para convencerme de que merece la pena y volver a centrarme estudiando, aunque a ratos, he de confesar, como todas las adiciones, soñar, desear, hace perder la noción del tiempo y produce un estado de letargo que según la proporción del ansia, causa una clara pérdida de conciencia del tiempo, con lo cual,... hay que tener cuidado, como con todas las "drogas".

Si, cuando "sólo" estudio tengo tendencias a idas de olla más acentuadas,... sorry :)

jueves, 7 de enero de 2010

DESEOS



2010 ya...superfuerte. Y mi coche sin volar, como dice un amigo. La verdad es que si hace veinte años alguien me hubiera preguntado sobre el 2010, lo más coherente que hubiera pronosticado un niño de ocho años que era entonces sería que podríamos ir a la luna como quien coge el metro. Pues me equivoqué. Ya véis que lo mío no son las predicciones.
En cuanto a mí, no soy ni la copia falsa de lo que mi intuición sugería por aquel entonces. Tenía un concepto demasiado elevado sobre mi persona tal vez. Con cerca de treinta años me veía mínimo casado y con hijos. Y con alguna profesión que me permitiera conocer más lugares de los que podría imaginar. Probablemente una ocupación alejada de la justicia. Ya veis cómo ha cambiado el cuento...
Pero hoy no escribo para corroborar que el destino ha llevado a este inocente por caminos insospechados sino para hacer algo que por ser una soberana gilipollez no lo tengo por costumbre.
No soy de esos que se proponen cosas al comienzo del año para después ir descartándolas a golpe de frustración. Ni esos que creen ser superhéroes de primeros de enero capaces de hacer borrón y cuenta nueva de los problemas arrastrados en la decada anterior. Ni aquéllos que juran que este año sí irán al gimnasio pese a todo y contra todo.
Pero como siempre encuentro un momento para excepcionar todas mis reglas, esta vez me ha tocado plantearme qué espero de este nuevo año, sobreentendiendo claro está la paz en el mundo, que se acabe el hambre y todos esos evanescentes deseos que parecen olvidarse cuando las rebajas dan el pistoletazo de salida.
¿Que voy a querer? Pues aprobar ya de una santa vez esta oposición...como todos. Esa sera la llave que abra el cajón donde se guarda la libreta de cosas por hacer esperando a ser tachadas.
Siendo este el primer propósito, vuelan otros por mi cabeza que todavía pueden esperar. Porque no todo es oposición (o al menos no debería serlo) a pesar de que con demasiada frecuencia este fantasma de libros, notas y tribunales atemorice a la mayor parte de nuestros propósitos y ocupe el mayor tanto por ciento de nuestros pensamientos.
Aprobar y que aprobéis los que estéis en condición de hacerlo. Que aprobemos todos. Este es mi deseo para el 2010.
Mientras tanto, mientras que eso llega y se hace justicia no hay mejor recomendación que la de esperar con una sonrisa. Porque lo que te pasa mientras te hundes y te deprimes también es la vida y, como dice la película, la vida es demasiado corta para estar siempre cabreado. Además son necesarios cuarenta músculos para arrugar una frente y sólo quince para sonreír.